2008-12-17

(3) - tarde pero seguro -

Ya casi ni me acuerdo de lo que pasó, si no hubiera sido un desenlace de fin de semana estrambótico. Las dos flipadas en el coche bailando, cantando… sin hacer demasiado caso a los letreros. Pasamos por Iruña, pero a ninguna de las dos nos pareció raro pasar por allí. En vez de eso proseguimos nuestros cánticos con el histórico “a San Fermín pedimos…”. La felicidad se había apoderado de nosotras y nos guió casi hasta Donosita. Solo nos dimos cuenta que nos habíamos confundido de salida cuando estuvimos a doce míseros kilómetros de la capital ñoñostiarra. ¡Jajaja! Decidimos que si habíamos llegado hasta allí sería porque teníamos ganas de ver el estado de la mar… asín que entre jaja y jaja intentamos encontrar la entrada a la autopista que nos devolvería hasta Durango. Pero entonces ocurrió algo: se nos fue el coche. Normal, con tanta vuelta y salida a rotondas que no nos llevaban a ninguna parte, al pobre vehículo de la Putuz se le fue la olla. Justo en un puente que pasaba por encima de la susodicha autopista dimos un par de vueltas o tres antes de frenar por el largo rozamiento contra la barandilla del puente (gracias, barandandandandilla por protegernos de una caída libre interesante). Nos paramos mirando al sentido contrario. Las dos en silencio. “Llama al 112”, la voz de mi amiga me sacó de mi trance. Cojo el móvil, marco los números y me atiende una agradable voz de mujer “Larrialdiak, bai, esan?”. Yo intento explicarle lo que nos ocurrió, cuando de pronto me preguntó “non zaudete?” (¿dónde estáis?) y yo me quedé muda. No tenía ni la menor idea de nuestro paradero. Miré a Guruz y se lo pregunté a ella. Ni idea. Tuve que colgar a la amable mujer del 112 para poder averiguar primero en dónde leches estábamos. Dimos media vuelta para ver si el coche marchaba. Andar, andar… anduvo un poco gilipollas pero al final andó. Como sacaba un ruido extraño, salimos del coche para ver lo que le pasaba. No veíamos nada fuera de lo normal; y para haber rozado tanto contra el puente no se veía casi rayazo alguno. Nos miramos con más calma y al ver que ambas estábamos de pie y respirando, nos abrazamos emotivamente para celebrar nuestra buena salud. No obstante, seguíamos sin saber cuál era nuestra ubicación, por lo que decidimos parar al primer señor o señora que pasara por allí. Un chaval muy majo, salió del coche para echarnos un cable; se preocupó por nosotras cuando le contamos lo ocurrido y se descojonó otro poco al oír nuestra pregunta. Nos respondió y nos aconsejó que saliéramos del coche y nos fuéramos a las hierbas del otro lado del arcén mientras esperábamos a que llegara la grúa. Parecía ser que estábamos en Lasarte. Aún hoy es el día en que no sabemos qué leches hacíamos en Lasarte si nuestro recorrido pasaba a unos 100 kilómetros de allí… en fin, sorpresas de la vida. Así es y así se lo hemos contado. Y así se lo contamos también al simpático gruísta que nos acompaño hasta la Opel de Durango. Creo que vinimos todo el trayecto a carcajada limpia. El señor flipaba con las dos taradas que aposentaron sus culámenes en su doble asiento de copiloto. Le dimos las gracias con un “yo para ser feliz quiero un camión…”.
Salud y República.
Paz y Amor.
Sexo, Drogas y Rock&Roll.

2008-12-05

By: Maider Leibar Urrejola

Azpijoko ederra Aldundiak eginikoa!!
Jakin nahiko genuke Aldundiak jasotzen dituen diru-sarrerak nondik datozen. Antza denez, Euskal Autonomi Erkidegoko biztanleek ez dute horretan eskuhartzen.
Logroñoko taberna batean egunkaria irakurtzen geundela azkenengo orrialdean –La Diputacion de Vizcaya traerá el 4 de Abril a AC/DC a Bilbao– irakurri eta nire laguna eta biok elkarri begiratu genion pozarren. –Egunero albisteak entzun beharko ditugu sarrerak salmentan noiz jarriko dituzten jakiteko– esan nuen. Eta horrela egin genuen azaroaren 21ean Radio Euskadin entzun nuen arte.
Sarrerak azaroaren 27an, osteguna, jarriko ziren salmentan. Goizeko hamarretatik aurrera lor zitezkeen. Tick Tack Ticketen web orrian, Ikatz Argazki Dendetan, Fnac-en, telefono bidez eta El Corte Inglesen eros genitzakeen. Hamazazpi mila sarrera inguru jarriko ziren salmentan eta bakoitzak hirurogeita bat koma berrogeita hamar euro balioko zuen.
Informazioa bageneukan eta egun horretan goizeko zazpietarako Durangoko Ikatz Argazki Dendan geunden. Ni ehun eta bederatzigarrena nintzen, txarto ere ez!! Esan beharra dago egun horretan hotz egiten zuela.
Goizeko hamarretarako bageunden bostehun bat pertsona ilaran. Denok denda noiz zabalduko zain; irrikitan, urduri… Azkenean hamarrak!! A, ze poza!!. Ilara zerbait mugitu zen baina hasierako zirrara atzean utzi eta nahasmena gailendu zen. Denbora aurrera zihoan eta guztiok hamarretan geunden leku berberean; geldi, mugitu barik. Hamaiketarako lau sarrera, soilik, saldu ziren. Dendako langile bat irten zen azalpenak eman nahian.
-Zerbidorea ez dabil, kolapsatu egin da– esan eta dendara sartu zen berriz.
Ordu bata aldera, ilarak han jarraitzen zuen. Bakoitza bere tokian lepokoa, txanoa eta eskularruak kendu barik. Orduan jarri gintuzten jakinaren gainean, sarrerak agortuta zeuden. -Agortuta??, non daude hamazazpi mila sarrera horiek??– galdetu genuen aho batez. Sinestezina izan zen egoera. Jakin izan genuenez, Euskal Autonomi Erkidegoan 295 sarrera saldu omen ziren. Eta beste hamasei mila zazpiehun eta bostak non gelditu ziren? Iker Jimenezi galdetu behar enigma hau argitzeko.
Badirudi, Aldundiak lortu duela bere helburua. Kanpotik jende ugari etorriko da eta hauek BEC inguruko hotelak-eta beteko dituzte. Gainera, bide batez, turismoa egingo dute Bizkaian zehar. Iragarki hoberik ba ote!. –VEN Y CUENTALO-.

2008-11-28

(2)

se me va el hilo... claro, tanto tiempo sin escribir... normal. Casí me marcho a casa sin decir que un martes que estaba en dantzas, una llamada alteró la normalidad de mis clases. "Bai?" contesté. Respuesta: "Túuuu, ¡escantada!"'¡Solo podía ser una persona! La voz de Antonio le dió un vuelco a mi corazón y me llené de alegría. Me pongo igual de feliz solo de recordar el momento. ¡Había dejado de bucear bajo las aguas malasias, para venirse a Euskadi de vacaciones! ¡Y qué mejor lugar que Txoeider's home para eso! Quedamos que para el jueves que venía organizaría una cena en la sociedad de Ane.
Llegó el gran día y les encontraría en la Parra (a Antonio, Antonio y Ana). La emoción me salió en forma de gritos al entrar en el bar y verlo sentadito con una birra en una de las mesas. Cero coma dos segundos fueron los que necesitamos para sentirnos como en casa. La misma voz, los mismos hablares chanantescos, gestos, bromas... ¡qué guay! Esa noche charlamos hasta las 5.30 de la mañana, porque se nos agotaba el tiempo. Hora y media más tarde yo me levantaría y sin hacer ruido me marcharía a Forjas para otro día de labor.
Ese mismo viernes, volví a casa, y después de comer, preparé la mochililla para encontrarme con Guruzne en Berriz y tirar millas para Toledo. Digo Tudela. A la tierra de las alcachofas (y no hablo de las alcachofas que se pillan con nocturnidad y alevosía), para encontrarme con otro viejísimo amigo. Hacía seis pedazo años que no lo veía: ¡Ibra! Tres pedazo de abrazos nos bastaron para recuperar el tiempo perdido. Dejamos su coche bien aparcadito en un barrio, que parecía tranquilo, a la entrada de la ciudad.
Nos hospedamos en una habitación de tres camas en el Hostal Remigio (al que tengo que hacer propaganda por lo bien que está situado y lo agusto que estuvimos). La chica de la recepción nos indicó hacia dónde caminar para encontrar la marcha alternativa y clandestina. Así que plano en mano nos hicimos amos de la noche tudelana. Para variar nos lo pasamos mejor que nunca; cosa que se repitió el sábado.
Lo bueno llegó después. Ninguno de los tres se acordó de que el domingo por la mañana debíamos dejar la habitación antes de las doce. Por eso no sonó ningún despertador. La amable insistente llamada a la puerta de la chica de la limpieza tuvo que liberarnos del calorcito de las sábanas para que nos pusieramos en marcha porque nuestro tiempo en su establecimiento había acabado. Vistiéndonos con un ojo abierto y el otro cerrado por vacaciones, agarré mis pantalones para descubrir que mis pantalones estaban empapados inexplicablemente. Y una zapatilla de Ibra también. Sin entender todavía el por qué de aquel suceso, decidimos pasar primero por el coche de este para que cogiera sus botas secas. Llegamos al aparcamiento. Pero no había coches. Sustito. Y había millones de cristalitos en su lugar. Sustito. Y en medio de tanto cristalito una pegatina naranja fosforito. Sustito. Aviso del depósito de vehículos de la policía municipal. Sustito. "Cabezas arriba, no nos alteremos!" balbuceé. Aquellos viandantes que circulaban por allí en aquel preciso momento no tenían ni idea de dónde estaba el depósito, pero nos dieron una idea que nos sacaría de aquella inacción. Flipando con la situación nos dirigios hacia una carrera donde se suponía encontraríamos a los municipales cortando calles. Así fue. Le dijimos que nos indicara por favor dónde estaba el dichoso depósito, ya que nos habían llevado el coche de un lugar aparentemente seguro, sin OTA y sin prohibiciones. Nos preguntó entonces "No será por casualidad una Combo, ¿no?" Así era. Pues, al parecer un delincuente habitual de origen extrangero, álias "el egipcio" (!), había irrumpido en el vehículo, tras romper el cristal del piloto, con el único propósito de encontrar un lugar calentito donde pasar la noche. ¡Anda que... y nosotros pagando pa dormir! Total, llegamos al lugar del crimen y allí estaba desamparado el cuerpo de la víctima. Millones de cristalitos por doquier. Sí, Ibra reconoció rápido su coche. Pero aún tendríamos mucho que hacer. Tenían al señor arrestado y necesitaban una denuncia para que sus fechorías tocasen fondo. Así que por Tudela buscando a la Policia Nacional. Tras una retahíla de preguntas, fuimos a hacer tiempo y turismo. Pues nos habían dicho que lo menos hasta pasadas dos horas no podríamos recoger el auto. Todo esto nos vino genial, pues si no hubiera sido por eso, no hubiéramos o hubiésemos recorrido todo Tudela como al final lo hicimos.
Coger el coche, quitarle lo más gordo como pudimos, encelarle la ventana con plástico y celo marrón y caminito a una gasolinera con aspiradora. Límpiamos todo lo bien que pudimos y cada uno se separó hacia sus destinos alejados.
Pero la cosa aún no había acabado para Guruz y pa mí...
(seguirá...)

2008-11-17

Bueno, bueno, bueno... he crecido tanto durante estas últimas semanas tanto espiritual, como personal y socialmente, que no sé por dónde empezar a relatarlo. Hace tres semanas disfruté del mejor concierto de los que he asistido desde hace muucho tiempo. Oihana y yo nos pusimos en las primeras filas para poder sentir mejor su música y su poesía. A eso de las diez empezaría la sesión de emoción que nos sumergiría a las dos en un silencio del que no saldríamos hasta pasadas dos horas. Todavía, al oír su música, es como si me emborrachara de emociones. Katamalo; gran proyecto, ¡sí, señor! Me hubiera encantado subiros uno de los vídeos que grabé, pero lo he intentado y creo que son archivos demasiado gordos.

Hace dos sábados, Oiha and me (para variar, vaya dos patas pa un banco...) nos montamos en su automóvil y nos fuimos a Burgos de puntazo, ¡para ver a mi Pepe que nos esperaba con los brazos bien abiertos y una sonrisa de oreja a oreja! Tras dejar los trastos en su casa, llegó un amigo suyo silvando, Chema (poeta y ex-paracaidista), y la noche empezó a navegar en una nube de atmósfera bohemia, friki y divertida que se prolongó hasta el amanecer del día siguiente. Empezamos con las birras en El Patillas, donde gente de todas las edades, tipos y colores se reune para crear música envueltos por un inmenso tapiz, amarillento de puro abolengo, de carteles de ferias, artistas y recortes de periódico. Una taberna que transporta en el tiempo y en el espacio; un agujero de color en algún rincón de la ciudad. Allí conocimos a los hermanos Quintanilla (¡menudos fieras!), al cantante de flamenco y otras gentes variadas, muy variadas. Para cenar nos esperaba un lugar fuera de lo común: una sidrería decorada bastante mal y hortera; había guirnaldas en el techo a lo caseta andaluza, gente vestida de gitana y ambiente de fiesta. La noche burgalesa no regaló muchas risas y una juerga de las de recordar.

(seguirá...)






2008-11-06

Felicidad, divino tesoro

¡Mi vida es bastante divertida de por sí! Y mi coche es un artículo-payaso que me he agenciado y que está metido en su rol al cien por cien. HAY UN CHARCO A LOS PIES DE MI COPILOTO. ¡Toma esa! Cada vez que aposento mi culito en mi Patxibusa, miro por el rabillo del ojo en dirección hacia la alfombrilla que debería de haber bajo los pies del acompañante invisible, y admiro, one more time, el agua que reluce con sus destellos, cual gotas de rocío en primavera, y da un toque de brillo al tapiz oscuro y aburrido.
Con las primeras lluvias de otoño, mi hermana experimentó la sensación de sentarse en un asiento húmedo y bajo una gotera en el interior de un coche. Aquel fue un aviso de lo que iba a acontecer cuando las primeras lluvias dejasen de ser primeras, para subir de nivel y alcanzar el rango de constantes chubascos tormentosos de 48 horas non stop… Tiempo y lugar he tenido para prevenir y no lamentar, pero si lo hubiera hecho, ahora no me partiría la caja cada vez que veo alguien nuevo y se lo cuento.
¡Quien no ve a Felicidad escondida en cada recoveco es porque no quiere jugar al escondite con ella!

2008-10-26

CONFESIONES DE UNA ESPABILADA

Va a ser que la gente tiene razón cuando me dicen que vivo en la luna. En las próximas líneas quiero explicar las fantasías que me monta mi cabeza. Bueno, o más bien, la última jugarreta que me ha jugado.
Llevo cierto tiempo (será eso de mes y medio, quizá sean dos) mosca con las luces de mi furgo. La cosa es que las cortas no alumbraban bien, o más bien, alumbraban una mierda (ruego disculpas por mi informal vocabulario) , y por eso, me veía obligada a darle a las largas cada vez que salía de una población (y siempre, procurando cambiarlas cuando me cruzaban los coches de frente). Lo comenté en casa y me recomdaron llevarlo al taller para que me pusiesen unos faros nuevos. Pero dejada que es una, yo seguía con mis lintenitas fundidas y mis largas, quejándome siempre, solo cuando me montaba de nuevo en mi asiento y giraba la ruedecilla de la luz. El otro día, cuando Ane y yo volvíamos de Durango, esta flipaba porque no nos reflejábamos ni en los escaparates... la cosa no eran solo alucinaciones mías. Le conté también el último descubrimiento sobre las palanquitas de mi buga: había encontrado una posición en la palanquita de la izquierda del volante, que si lo atraía hacia dentro, ¡la larga se hacía más larga! Pero esa segunda larga solo permanecía iluminada mientras yo mantenía la palanca accionada. Las dos comentamos lo rara que era mi adquirida furgonetilla.
Llegamos a casa donde ama y Txabi nos esperaban para cenar. Nosotras sacamos la conversación de la extraña disposición del sistema de iluminación de mi vehículo. No sé en qué punto del intercambio de experiencias alguien hizo el comentario que cambiaría el curso de todas nuestras sospechas. “Tú entras en el coche, le das dos veces a la ruedecilla y enciendes las cortas”. Mi cabecita despertó de su largo letargo y fantástico sueño, y abrí los ojos sorprendida mientras mis labios vocalizaban: “¿Qué? ¿Si le doy DOS veces enciendo las cortas? ¡Acabáramos!”. Las consecuentes risotadas y miradas de incredulidad me rodearon durante el tiempo que se alargó la ingesta de los manjares que teníamos por cena. Resulta que: ni mi coche era fantástico, ni el sistema de iluminación era diferente a la de cualquier otro vehículo, ni mis cortas estaban fundidas, ni tenía dos largas (larga y superlarga, como mi hermana había bautizado a mis extrañas luces), ni la gente se confunde cuando me dice que tengo una cabeza de chorlito. Era yo la que circulaba con las ilegales luces de posición, creyendo que eran las cortas fundidas (o las famosas lintenitas) y ponía las cortas creyendo que eran las largas (por supuesto, las superlargas eran simplemente las largas normales); era yo, la que inexplicablemente buscó una solución imaginativa a mi falta de coherencia y conocimiento “conductor”.
De este diálogo, del que ninguno de los cuatro jamás se olvidará, me quedaron dos buenas y otra mala sensación: las buenas son, que no tendré que preocuparme más de haber “deslumbrado” a los que circulaban por el carril contraio (puesto que era mentira o mero fruto de mi imaginación), y que no tengo que pagar el arreglo imaginario, pues se ha arreglado como si fuera un milagro (razón por la que estoy muy contenta); la mala, es que me digo ¡qué espabilada eres, Eider! Aunque la verdad es que luego me río de mi misma y soy feliz con estas chorradas que me pasan en la vida. Jejeje...

2008-10-21

San Faustoko errepetizinuak

Durangoko San Faustuak ondo egon diez, baina bertako ferixa, esan biherra dau, ez dala dauenik eta onena... lau postutxo, sagar batzuk, gaztai pare bat ta, hori bai, txorixua (ta aspaldiko partez gainera talo txorixuaz jan ginun!)


Hamen ondio momentua kontrolpien daukogu...


... baina laster jendia hasten da desbariatzen kumunien.... zelako festak komunien, ehh??!! Zenbat pertsona batera sartu al gaiela uste dozue? bota, bota... inoiz ez dozue asmatuko!


Gora Dordoka Maixu eta bere irakaspenak! Dragoi Bolak markauta itzi dozta bizitza guztirako!!

... y se nos fue de las manos...

2008-10-20

DESPERTAR II

He estado de paseo y me he sentado en un banquito en medio de un robledal a sentir la Vida. Una vez más una sensación de bienestar me ha inundado el cuerpo y me han entrado ganas de dar las gracias a nuestra Pachamama por esto que nos regala cada día para que podamos seguir respirando tranquilos de que no nos va a faltar el aire. A nuestro Padre el Sol, por darnos el calorcito para templar nuestra sangre y así poder seguir en movimiento; y a nuestra consejera la Luna, por estar ahí para decirnos que hay más luz que sabe brillar en una fría y eterna oscuridad, que nos recuerda que no todo lo que reluce es de color de oro y por saber guardar nuestros secretos más ocultos. No los podía ver: ni a Lorentzo ni a Kattalin, pero no me hacía falta alcanzarlos con la vista para estar segura de que están ahí en todo momento. Y los he sentido dentro de mí, y he sentido a la Tierra: he puesto los dos pies en el suelo y he alzado la vista para aspirar el cielo de nubes rosas. ¡Qué bien se sienta una cuando se sabe en los brazos de su Madre! Un murciélago ha empezado a volar en espirales frente a mí, y me he quedado como pensando en algo que no sabía lo que era. Una rama de un roble situado detrás de mí, ha dejado caer una bellota haciendo que chascaran las hojas que yacen en el suelo. Y me ha venido un pensamiento a la mente: ¡claro! Todo lo que deja de tener vida, todo lo que muere, cae al suelo. Todo termina en la Tierra. Es como si nuestra Madre Tierra acogiera así en su regazo lo que antaño puso de pie. ¡Es maravilloso! Es como si se hiciera realidad la historia al revés que dice que tendríamos que nacer de la muerte y al final de nuestros días tendríamos que acabar en el útero de nuestra madre, porque es el sitio más perfecto, ¡es el paraíso! ¡¡Y así es!! ¡Volvemos al lugar del que vinimos: a los brazos de nuestra Madre Tierra, a la Vida! ¿Será eso lo que las religiones han querido llamar como resurrección? Me ha invadido una fuerte oleada de alegría y tranquilidad. Pero, de pronto, he notado como empezaba a llorar. Y, sin embargo, las lágrimas no caían hacía el exterior sino hacia dentro. Notaba como esas lágrimas formaban un riachuelo que regaba todo mi ser y me sumergían en una apacible melancolía. No sé cómo ponerle palabras a tanta emoción. No me sentía triste, pero, sí, muy melancólica, como si añorara algo que no alcanzo a recordar.
La Madre Tierra siente y necesita cariño y tacto, como toda forma de vida. Ella que no hace más que ofrecer sin esperar nada a cambio, Ella que nos otorga la vida y nos espera en la muerte, Ella que no hace más que perdonar, levantarse por sí sola y sonreírnos como si no hubiera pasado nada, Ella que es todo amor, Ella que es todo Vida. Increíble.


Aún sigo sin entender la prisa y el vértigo de la carrera de la evolución y el desarrollo de este mundo tecnológico, que todo lo arrasa sin más lógica ilógica (*) que el “bienestar de la sociedad”. Cada vez que intento criticar la constante e improvisada implantación de construcciones y acciones fantasmagóricas de diferentes servicios, alguien me pregunta que en qué mundo vivo; que una persona inteligente no puede perder el tiempo en pensar en esas chorradas que ocupan la cabeza de esos que luchan y aparecen en la tele; paso a un nivel inferior en los ojos de toda esa gente que evoluciona paralelamente con esta sociedad de consumo y de mentira, y se lo creen. Desde luego a todas esas personas quiero decirles que tengo los pies, la cabeza y el corazón en este mundo. Sé sentir el mundo como ójala los demás lo hicieran, porque es algo grande, precioso y tranquilizador. Estoy segura de que hace mucho tiempo, cuando aún no pensábamos tanto en nuestro comfort, sino en vivir en paz con nuestro entorno, tuvimos una relación con la Tierra que va más allá de lo que cualquier acción mundana pueda aportarnos. Conocíamos la verdad y era muy bonita; se podía vivir en paz porque no había miedo. ¡Claro! ¿A qué íbamos a tener miedo, si la realidad era tan apaciguadora? Ahora hacemos especulaciones de lo que puede ser la verdad, o mejor dicho, otros las hacen por nosotros y nosotros las aceptamos como tal. Tenemos miedo porque quieren que lo tengamos, porque esa es la única manera de creer en su protección...
En fin, estas charlas me pueden dar para muy largo y me tengo que ir: PEACE AND LOVE.

(*) Que quede bien claro que es la lógica la que lleva el adjetivo de ilógica, y no al revés. A estas alturas supongo que está claro a lo que me refiero, pero como no quiero que quede ni el más mínimo resquicio de duda ante los más exigentes, no me cuesta, y de hecho, me tranquiliza, aclararlo.

2008-10-19

DESPERTAR


Llevo cierto tiempo (mes y medio, más o menos) pensando sobre la Vida e intentando comprender. No sé cuál fue el primer pensamiento que me encauzó en este río de meditaciones y filosofía. Creo que me puse a pensar en lo que hay, en lo que existe; que son diferentes elementos, que no sé si son 50, 100 ó 200 en total, pero que todos caben en una tabla periódica. Y no hay más. Es decir, que tanto nosotros, como los árboles, las piedras y el aire estamos hechos de la misma materia en diferentes combinaciones.
Una vez hace mucho tiempo, las constelaciones se alinearon de alguna manera creando un ambiente propicio para que ¡pum! naciera el primer átomo. La primera forma minúscula de vida. Apareció otro. Siguieron por separado hasta que se dieron cuenta de que si se montaban uno encima de otro podían llegar más alto, o hacer más fuerza, o alcanzar cualquier otra meta; e incluso consiguieron crear ellos mismos otro atomito con una cualidad de la que ellos no disponían. Así, la Vida empezó a evolucionar hasta el día de hoy; los pequeños átomos se convirtieron así en jabalís, txibiritas, nubes y yo. ¿Qué asombroso fenómeno es el que ha hecho que la combinación de esos elementos sea tan complicada y harmoniosa que incluso ha llegado a tener conciencia de ella misma y de lo que le rodea?
Sigo con estas divagaciones y pienso: ¡hay que ver que estamos hechos de millones de átomos que se han juntado para hacer lo que estamos haciendo: viviendo! Y no solo eso, sino que al mismo tiempo actuamos (y somos) como átomos gigantescos que buscan otro átomo con quien juntarse y así poder seguir viviendo, mediante la creación de vida nueva. Es que somos y hacemos lo mismo que hacen los elementos entre ellos para que nosotros tengamos forma (en el sentido más amplio de la palabra). Lo que viene significando que simplemente somos una parte de algo más grande: la Vida. Es como si hasta ahora hubiera creído que cada uno de nosotros, las plantas, los animales eran vidas diferentes. Pero no, no es así, existe una única Vida y nosotros solo somos una parte ínfima de ella. ¡No es que yo sea un continente independiente que camina por la Tierra, es que todos somos un continente! Somos parte de la Tierra, somos la Tierra.
Y acto seguido me pregunto que qué es entonces el alma, cómo se encaja la función del espíritu en todo esto. Tiene que existir otra dimensión que diverge de la evolución de la Vida. Pero eso ya es otra charla y más dudas.
El fin de semana pasado, vino a verme Mario, persona con la que puedo salir a naufragar por el mundo más misterioso sin sentirme rara y con la que comparto inquietudes y momentos de mucha filosofía. Le explique (o intenté hacerlo lo más claramente posible) todos estos pensamientos que no tienen ni comienzo ni final y, tal como le hice saber a él también, dichos pensamientos empezaron a ser más claros a estar menos difusos. Una vez leí en un libro (ya no me acuerdo cuál fue, si no lo citaría encantada, pero creo que fue Isabel Allende la que lo escribió) que las ideas cuando están en la cabeza son pensamientos que se mezclan, que no tienen tanta fuerza, pero que en el momento en que las traducimos a palabras empiezan a tener más forma y más vida. Empiezan a ser más verdad.
Entresemana vi un documental que corta la respiración. Zeitgeist. Impresionante y terrorífico. Aconsejo fervientemente a todo el mundo a que lo vea. Se puede descargar fácilmente e incluso verlo en streaming, hay un montón de gente que quiere que se sepan las verdades; está en inglés y subtitulado al español, lo que no debería ser ningún obstáculo para nadie. Pues bueno, hacia el final del documental se lanza un mensaje: que todos somos uno y que mientras haya guerras con sus ganadores y sus perdedores nunca habrá paz. ¡Pues es como si mi mano derecha se peleara con la izquierda! ¿Cómo puedo estar bien si una de mis estremidades está sufriendo? La Vida, es decir todos y cada uno de nosotros, no está bien si hay una parte que mata a otra. Lo peor de todo es que son personas los que lo planean todo. Una cúspide de poquitas personas que lo han manipulado todo desde hace muuucho tiempo. No sé qué me da que es la misma gente que en un tiempo fue heredera de una gran verdad. Ha sido ese tiempo, sus manipulaciones, su inteligencia, su perseverancia y el ser el guardián de tal secreto, lo que les ha otorgado un inmenso poder. Y, ai ama! ¡cómo corrompe el poder! Cómo se puede relegar el saber una verdad con el querer ser el más poderoso del mundo. Supongo que a esa gente ya no le importa la verdad. Y aún más, no quieren que nadie hable de ella, lo único que les interesa es controlar. Y yo me pregunto: ¿por qué? ¿qué finalidad tiene el controlar el mundo? Ellos, tan terroríficamente inteligentes, que en un principio saben de lo que he hablado y lo que he pensado mejor que el abecedario, se ven corrompidos por ese inmenso poder y se olvidan de su verdad tan maravillosa, ¿y todo para qué? O saben algo que se me escapa o, como me ha planteado mi ama, es que los humanos venimos con un fallo de fabricación y se nos olvida que en breve vamos a morir. Y no solo eso, que si seguimos destrozándonos y destrozando nuestra Tierra (que al final es repetir la misma idea), todo poder carecerá de valor, pues habremos perdido lo único que ES: la Vida. Porque sin Vida no hay nada ¿no?
Total, que voy a acabar mi escrito con el mismo mensaje con que lo hace el documental: ¡amad!

2008-10-06

2008-10-05 Txindoki

El aire que respiras en las limpias alturas te abre el alma. ¡Qué bonita es mi tierra, mecachis en la mar!





2008-10-05

Urriak 3: Maritxu Kajoi

El pasado viernes, 3 de octubre, se celebró en Arrasate la fiesta de Maritxu Kajoi; fiesta a la que hay que acudir vestida de gala. Nosotras no íbamos a ser menos, así que, nos pusimos de punta en blanco para variar (sobre todo yo) y disfrutamos del concierto de Neguri Gorriak (que es un grupo que homenajea, como su nombre bien indica, a los magníficos Negu Gorriak) en la carpa que habían habilitado para tal noche. La noche pasó sin mayores incidencias que la de mi hermana perdiendo su zapatito cada dos por tres y posando su delicado pie en el suelo mojado por la lluvia de la tarde (ya que, por suerte, en toda la noche no nos cayó ni una gota). Yo ya me había previsto la jugada y por ello me fui con botas, ocultas en las fotos intencionadamente...








2008-09-27

Agua de Marcianos en el Río Zumelegi


Ayer, durante unas horas, en el río Zumelegi de Elorrio fluyó agua de marcianos. Me acuerdo que Txabi me mandó esta foto y yo me puse a pensar si sería de verdad o si lo había trucado. Pues bien, al salir a dar una vuelta por el pueblo, cuál fue mi sorpresa, cuando pasando cerca del río, Diego me propuso mirar al agua. ¡El color del río era verde fosforito! Lo primero que se me pasó por la cabeza fue que alguna de nuestras maravillosas fundiciones habría echado algún vertido y empecé a escupir rosas sobre su magnífica contribución al paisaje ya demasiado rutinario de nuestra naturaleza. En fin.

Un poco antes de la hora de la cena, el Teleberri retrasmitía la noticia y comentaba como a unos chicos traviesos que andaban haciendo algún estudio geológico sobre el recorrido de las aguas subterráneas, se les había ido la mano con el tinte resultando este surrealista panorama. Dijeron (y espero de todo corazón que sea cierto) que no tuvo ninguna consecuencia nociva para el medio ambiente y que los animalillos pudieron sobrevivir al pintoresco color que tiñó su hogar desde algo antes del mediodía hasta bien entrada la tarde. De todas formas, nunca está demás criticar la polución que estas nuestras fundiciones regalan generosamente al aire que respiramos.


2008-09-22

GORBEIA

Ayer estuve en el monte con ama, aita, Ane y Txabi. Para superar la depresión post-vacacional y la resaca de las Ferixa Nausikuak, nada mejor que pegarte una caminata de dos horas de ascenso. No sin sudar la gota gorda llegamos a cima del Gorbea. A la conocida cruz de Gorbea. “Ze politxa!!” Increíble lo bien que te hace sentir el respirar el aire puro de las cumbres; pero no solo eso, sino la grata sombra y compañía de robles y hayas que nos protegieron hasta la recta final, desde donde ya se divisa, al fondo, la cruz que indica el fin del camino, y desde donde piensas “¡bien! ¡ya casi estoy! ya no queda nada...” ¡Mentira! El último kilometro y pico parece que nunca acaban. Pero al final pisamos los 1482 metros de altura y posamos nuestras manos en la virgen que vigila y divide las provincias de Bizkaia y Alaba. Allí arriba hacía un tiempo soleado pero sin ser caliente, y al girar la vista 360 grados, los valles de los alrededores parecían mares de niebla, salpicados por otras islas de peña. Maravillados por aquel expectáculo nos zampamos unas manzanas de la huerta de aita antes de empezar el camino de regreso al coche. Una vez abajo, entre los cinco, nos trincamos una barra de Izurtza (gorda, de caserio, consistente, no cualquier barrita de pan), una ristra de chorizo y un buen trozo de queso de tetilla. Todo riquísimo...

1. Señalización en la recta final:

2. Parada y fonda: hay que recuperar líquidos:

3. La familia Trap in the top:

4. Txabitxu (especial mención a la cortesía de este señor y a la gran calidad fotográfica de su móvil) y Anboto al fondo:

5. Moviendo el hocico...

2008-08-30

Agur a las vacaciones... ¡ay que ver lo rápido que se acaba lo bueno! Después de que mi curso en Heidelberg tocara su fin, aterrice en Barajas, porque ese mismo día llegaba desde las tierras quebecas un más que amigo a visitarme. Estas reconciliaciones son maravillosas por mucho que a estas les siga un triste adios. En fin, hemos recorrido gran parte de la costa euskalduna ¡a lomos de mi fragoneta! (¡que no veas cómo trota!) Uno más que se ha quedado encandilado por estas tierras "fermosas y feiticheiras" y las gentes que en ellas habitan. Hemos rulado durante dos semanas hasta ayer a la 1.30 de la madrugada, que cogió el bus que le devolvería a su tierra.
Y ahora, a mí me toca pensar en todo lo que he hecho y en esas gentes que atrás quedaron en este limitado lapso de apenas treinta días, a los que llamamos vacaciones... ¡qué gracia! a mí, no me ha dado tiempo para descansar, sino todo lo contrario. Estoy cansada y el curro empieza con la intensa desgana que da una montaña de papeles que se ha ido amontonando durante un mes entero... No deberíamos vivir trabajando... yo estoy hecha para viajar y ver sitios nuevos; y conocer individuos que me hagan replantearme mis ideas estancadas, quitarle el polvo a pensamientos que durmieron largamente y volver a vivir experiencias olvidadas e inolvidables. A veces me da la sensación de que esta vida es demasiado corta para todo lo que tenemos que, o mejor dicho, queremos, vivir y aprender.
Estas filosofadas me atacan el interior cuando estoy un poco triste o melancólica... pero esta vez no durarán mucho, pues nada más y nada menos en siete días, el próximo sábado, 6 de septiembre el txupinazo desde el balcón del ayuntamiento de la muy noble y muy leal villa de Elorrio, dará comienzo a "Ferixa Nausikuak", que son las fiestas de mi pueblo. Las barracas ya animan a los más peques a pedirles el dinero a sus mayores, ya se ve gente comiendo churros por la calle, las verjas del ganado de la feria ya ocupan gran parte del parking de arriba y mis ganas de parranda aumentan poquito a poco. O sea que, basta de tristezas... ¡que hoy es sábado!

2008-08-12

Titisee

El sábado se nos ocurrió a Gaja y a mí irnos de ruta a Schwarzbald (Selva Negra). Bueno, más bien se le ocurrió a ella, pero como yo soy muy fácil de convencer, me apunté a la excursión sin titubear. Así que nos despertamos prontito para que pudiéramos aprovechar mejor el día. El primer tren nos llevó hasta Karlsruhe, donde nos dimos un paseíto para matar la media hora que teníamos que esperar antes de coger el segundo tren. De tren en tren y tiro porque me toca. Cinco trenes fueron a los que tuvimos que subir para poder llegar a nuestro destino: Karlsruhe – Baden-Baden, Baden-Baden – Offenburg, Offenburg – Freiburg y Freiburg – Titisee. Este último trayecto, sin duda alguna, el más bonito, pues ya circulábamos dentro de la Selva Negra: naturaleza frondosa, rocas y peñas, y mucha altura. Llegamos al pueblito que se eleva 858 metros del nivel del mar, con los oídos tapados y los ojos bien abiertos para poder mirar toda la belleza que nos rodeaba. Habíamos dejado Heidelberg nubosa y lluviosa y Titisee nos acogía con un sol sanote y una brisa fresquita.

Nada más salir de la estación preguntamos si había algún albergue donde pasar la noche y en seguida nos explicaron cómo llegar a él. Parecía que la suerte estaba de nuestro lado; caminamos unos 2,5 kms alrededor del lago con una sonrisa de oreja a oreja y sacando fotos a diestro y siniestro hasta llegar al Jugenherberge. Esperamos hasta que nos atendieron y un muchacho muy majo con ojos de tristeza nos comunicó que estaban al completo. Gaja y yo nos cruzamos una mirada de “¡oh, no! ¿qué hacemos ahora?”, que el recepcionista entendió al vuelo (no hace falta saber idiomas para entender el lenguaje corporal) y nos informó de otro albergue en Neustadt (el pueblo de al lado). Llamó para asegurarse de que disponían de dos camas libres y nos dió un mapa para poder llegar hasta allí. Salimos de allí cabizbajas y pensando que no teníamos ni la más remota gana de volver a subirnos a un sexto tren. De camino hacia el pueblo, vimos un camping a orillas del hermoso lago, y se nos ocurrió preguntar, por si sonaba la flauta, si tenían algún recobeco para nosotras. Una mujer a la que parecía no influir lo más minimo el vértigo de las prisas de este mundo, nos dijo que tenían una tienda montada en la que podíamos pasar la noche. Nos lo dejaron todo: dos sacos de dormir, dos esterillas, una manta adicional para combatir el frescor nocturno y una almohada. Sin saber cómo el destino hizo que acabáramos dos chicas que apenas nos conocíamos de una semana atrás en una tienda de campaña en primera línea de lago en la Selva Negra, apartadas del mundo material, nos sonreímos mutuamente y nos sentamos en las rocas a mirar toda aquella maravilla de la vida.

Volvimos al pueblo para cenar y tomarnos unas cervecitas en una terraza. Charlamos largo y tendido sobre la vida, el universo y todo lo que en él habita (incluídas nosotras mismas). Regresamos al camping para sentarnos una vez más a orillas del lago y disfrutar de aquel cielo nocturno en el que algunas perseidas se dejaban ver caer. Wunderbar!

Al día siguiente nos despertamos con una carcajada, pues mi compañera se había hecho un lío con el saco y parecía no poder desenredarse, y su primera palabra del día fue “joder!”. Tras desayunar unos golosos y gigantescos duces alemanes, nos encasquetamos los biquinis y alquilamos un pedalé para ir a disfrutar de la tranquilidad del lago.

Después recorrimos los ocho kilómetros de ruta que circundan el Titisee, comimos un bocadillo, y de vuelta a la estación donde cogeríamos el primero de los trenes que nos devolverían a Heidelberg.






2008-08-08

Heidelberg

Llegué a Heidelberg a las 20.30 pasadas. Quería llegar con un poco de luz diurna para que fuese más fácil encontrar la residencia en donde me iba a quedar durante las dos próximas semanas. Tras preguntar cuál era el tranvía que tenía que coger para llegar a la parada más cercana a la casa, me subí al tren número 5. Una vez dentro me di cuenta de que no llevaba billete, así que pregunté dónde podía comprarlo. Amablemente me dijeron que fuera... ¡jeje! Con cara de sorpresa me bajé dos paradas más tarde para poder pillar el dichoso tiquet. Estaba en una parada pequeñita donde no veía por ninguna parte la maquinita expendedora... unos quince minutos más tarde pasó alguien en bici y con la mano en alto le pedí que me indicara como tenía que proceder. Me lo explicó y, por fin, obtuve mi billete. Pero no llegaba ningún tranvía... se hizo de noche. Unos veinte minutos más tarde apareció un 23, y me subí a él. Afortunadamente, este se dirigía también a donde yo quería ir. Destino: Blumethalstrasse. Me bajé en este barrio poco transitado y me apresuré hasta alcanzar a tres figuras que caminaban allá alante. Saqué mi plano de la ciudad y les pregunté cómo podía llegar a la dirección que allí tenía apuntada. La vida me sorprendió con la grata sorpresa de topar con tres chicas que residían en la misma casa. Así que, entablé conversación con ellas y me dejé llevar hasta un caserón no demasiado fácil de encontrar.

Ya ha pasado casi una semana desde que llegué. El lunes hice un examen oral para que pudieran determinar mi nivel de alemán y así asignarme una u otra clase. A las ocho empiezo las clases, que se alargan hasta la una. Me encanta: de nuevo, un ambiente estudiantil e internacional. ¡Vuelta a los años de clase y deberes por la tarde! ¡Vuelta a conocer gente nueva, ideas nuevas y sitios desconocidos! ¿Cómo podría yo cansarme de ver mundo y conocer a la gente de estos mundos? ¡Ojalá podría yo viajar por la Tierra eternamente! Estudiando, trabajando o, sin más, viajando que es gerundio.

Schloss Heidelberg:


Hauptstrasse, Fussgängerzone:

Beim Bier trinken mit Gaja und Morten im Altstadt:

Brückestrasse:

Heidelberg am Neckar:



2008-08-05

Göttingen






El viernes llegué a Frankfurt, para coger el primer tren que salía hacia Göttingen. Desde una cabina llamé a mi amigo Marvin para avisarle de que iba en camino. Dos horas más tarde me apeaba del tren y me dirigía a la salida que él mismo me indicó para encontrarle con una sonrisa de oreja a oreja, una mirada de incredulidad y unos brazos abiertos que me estrecharon con el más profundo afecto. Tras estar varios minutos con los ojos cerrados y alargándonos la vida, caminamos hacia su residencia y charlamos de todo lo que en los últimos nueve meses nos había pasado y nos había dejado de pasar. Soltar los trastos y nos echamos bartola arriba en el jardín de atrás para seguir disfrutando de nuestro reencuentro. Hasta las dos y media no nos acordamos del hambre, y fue entonces cuando fuimos a comprar los ingredientes para una barbacoa. Básicamente: birra, birra, salchichas (krasse Wurst), algún filetillo, carbón, un líquido que facilita la llama y más birra. Empezamos a comer a eso de las 16.30. Poco a poco se nos fueron acoplando sus compañeros, que serían unos cinco, y se nos hizo de noche con buena música, risas y más birras.

Al día siguiente, nos despertamos a eso del mediodía (o más), y en lo que se tarda en comer en una agradable terracita en la Fusgängerzone de la ciudad y pasear por el centro y un senderillo que rodea la ciudad y pasa por donde antiguamente se alzaba el muro de la misma, se nos fue el tiempo volando. A las 17.10 exactas volvía a montarme en un tren que me traería a Heidelberg.

2008-07-31

DAUKOT KOTXIAAAAAAAAAAAAA!!!

El otro día llegaba a casa como cada día, cuando mi aita me preguntó “¿has visto tu coche ahí abajo?”... Es perfectamente imaginable la alegría que me invadió. Hace ya tres o cuatro semanas vi un coche en Internet, en Lesaka, y me puse en contacto con el tipo que lo vendía. Y, bueno, ahora ya está aparcado delante de mi casa. Bueno, en estos precisos momentos descansa en el taller porque hay que hacerle algunas chapucillas: como quitarle una pared, añadirle un muellecillo a la puerta y alguna chorrada más.

Me he comprado una furgonetilla como la de mi aita pero el modelo antiguo. Es más viejecilla, pero por fuera se ve muy nueva. Es blanca y tiene ventanas tintadas (menos la de la puerta de atrás). En fin, que para cuando vuelva de Alemania seguramente estaré ya motorizada por cuenta propia... ¡oe! ¡oeeee!

¡Además, mañana último día de curro! ¡¡Y el sábado aterrizo en Frankfurt!!

2008-07-27

RESACA TABANERA EN FIESTAS DE ORDIZIA

Antes de que empezara julio, Oiha y yo nos hicimos un calendario de fiestas que estamos siguiendo al pie de la letra. De Ondarru a San Fermín, de Iruña a Zornotza, y de aquí a Ordizia, pasando por Urkiola donde los tábanos hicieron alarde de su furia durante nuestro picnic en el día de Santiago.

Ayer, tocaba Ordizia, donde nuestra anfitriona Enara nos enseñó los secretos de las fiestas de Santana. Hicimos lo que se hace en cualquier fiesta. Nos gastamos una burrada de euros en la Tonbola que recaudaba dinero para una escuela de bertsolaris. Primero nos sacamos dos tiquecillos para cada una y no sacamos ningún miserable premio. Una niña que jugaba en los alrededores vio nuestras caras de desilusión y nos regaló un ticket que ella misma había encontrado en el suelo. Lo abrimos y resulta que era un boleto premiado. Ya nos pusimos contentas. No obstante en seguida nos volvieron las caras de tonta al ver que nos regalaban un abrebotellasdebirra. Miramos a la niña que nos miraba boquiabierta y le dimos el regalo que le había tocado. Entonces, la pobre, sí que se quedó asombrada; intentando averiguar qué leches era aquella cosa fea y sin sentido que le habíamos puesto entre manos. No satisfechas con nuestro fracaso, cogimos otras tantas papeletas. Los tipos que estaban en la camionetilla se descojonaban de risa, mientras nos decían que normalmente el cincuenta por ciento de los boletos trae algún premio. En esta ronda tuvimos un poco más de suerte. Nos tocó una bisera más fea que el hambre, que rápidamente regalamos a otro niño que correteaba por allí y que, por lo menos, a él le hizo feliz, y una planta que regalamos a la camarera de un bar que Enara conocía. Y esta, al menos (el mejor premio) nos sacó los tragos debalde. ¡Oee! ¡Oeeeee!

Trago por aquí, bailecillo por allí, la picadura de tábano del día anterior se me estaba poniendo de lo más fea. Según hoy me han contado, en el momento que les dije a las chicas “no me saquéis más tragos” decidieron que un doctor tenía que ver aquello. Sin comentármelo, llamaron al taxi particular y me dijeron que nos íbamos a casa. Debajo de un puente esperamos a que apareciera por allí el Batmovil. Oihana y yo flipamos al ver aquel coche cuyas puertas se abrían al revés y que vino a recogernos. Xabi, ataviado en su pijama, abandonó la calidez de las sábanas para llevarnos de rule a Urgencias.

Cuando el médico vio el zarpullido feo y con garras que me cubría (y me sigue cubriendo) mi pierna derecha me miró asombrado y empezó a farfullar de qué manera me tenía que empastillar, que tengo que estar dos días con la pata parriba... en fin, las tres nos mirábamos con cara de risa porque no se le entendía muy bien... parecía que tuviera un boligrafo en la boca. Y luego, estaba la enfermera... ¡qué pinta más rara! A Oihana le causó gran trauma el enterarse que era mujer. ¡Pues había salido de la consulta con la certeza de que era un hombre raro! ¡Jajajajaja! Entre risas nos metimos de nuevo en el Batmóvil que nos esperaba en la puerta y nos condujo a casa.

¡Desde luego, qué fin de semana tan variopinto! Nosotras, lo que es aburrir aburrir... ¡no nos aburrimos!

2008-07-03

¡Mira qué cosas! Ayer fue un día especial. Normal, pero muy especial. Tenía una sensación extraña y creciente de felicidad. De pura felicidad. Ya ni me acuerdo cuál fue la primera señal que me hizo sonreir, pero creo que fue nada más abrir mis ojos y extender el after sun en mi piel acangrejada. A medida que el día transcurría con su brillo particular, pequeñas cositas, esas que tanto me gustan, me iban llenando de alegría. Y ese rocío de felicidad hizo que gota a gota rebosara en mí, y me impidiera acercar las comisuras de mis labios.

Caminando hacia casa, me puse a pensar en ello, y pensé en lo pesado que es nuestro cuerpo terrenal y en lo que le cuesta a la felicidad salir de él. Lo único físico que consigue con nosotros, es sacarnos una sonrisa, quiza algunas carcajadas; pero estoy segura de que si la gravedad no viviera contra nosotros, yo hubiera volado ayer. La felicidad hacía que pareciera que andaba saltando dulcemente de nube en nube. Y llegó el momento en que me pregunté que qué había sido eso que me había causado ese bienestar. Y aún no lo sé; ni me importa. Ya estaba feliz, porque estaba feliz. La felicidad, así como la risa, viene sola y es contagiosa. Además crece como la hierba en primavera: ¡verde-anaranjada! ¿Estará acaso el amor echando piedras a la ventana de mi habitación? Me encanta poder enamorarme de la vida, de los árboles, de una brisa que de repente nos da escalofríos, de la tierra... sin más acontecimiento que el mero hecho de mirar alrededor y respirar hondo la vida.

¡¡Mucho amor!!

2008-06-29

Zapato Azule Ondarrun!


Oiha y Txoeider han inaugurado la temporada alta de fiestas veraniegas cogiendo la furgo de aita y yéndonos a Ondarrua para compartir con los ondarrutarras su "zapato azule". Aparcamos en Saturrarán, colocamos la colchoneta pa la vuelta, yo me encasqueté el traje de arrantzale y caminamos hasta el pueblo con el objetivo de buscar a Amaia. Resulta que venía en el pasacalles obsequiándonos a todos los que teníamos sed de festividad con sus dotes de txistulari. Bailes, bertsos, zuritos, irrintzis y un humor que todo lo puede, hicieron de aquella tarde y noche algo que no olvidaremos fácilmente. ¡Qué manera de pasarlo en grande!

GORA ONDARRUKO ZAPATO AZULE!





Otras ilustraciones:





2008-06-23

SAPUAK ETA SAGUAK, ERRE! ERRE!

Gaur San Juan bezpera da eta Anbotoko inguruetatik ke misteriotsu bat ataratzen da. Mari eta sorginak gabeko akelarria prestatzen ari diez... ez ahaztu gero, ohera sartzerakuen, gaba sekretua ta majikua dala gaurkua. Urteko gaberik motzena da... ilargixak ez dau gaur horrenbeste denbora eukingo bere dizdira mutu erakusteko. Baina hasi da ia bere aztikerixa, bere dantza eguzkixakin ta itsasuakin... gero guk desiuak eskatzeko ta hauek beren bidia topau ditzaten errealitateraino.
GAU MISTERIOTSUA DANONTZAKO!

Hoy es víspera de San Juan y ya se nota un humo misterioso por los alrededores de Anboto. Mari y las brujas han empezado a preparar el akelarre... no os olvidéis, cuando os metáis en la camita, que la de hoy es una noche secreta y mágica. La noche más corta del año... hoy la luna no tendrá tanto tiempo para enseñarnos muda su brillo. Pero ya ha comenzado su hechizo, su baile con el sol y el mar... para que podamos pedir algún deseo y este encuentre su camino hacia la realidad.
¡NOCHE MISTERIOSA PARA TODOS!

2008-06-08

PAGADIA

Hoy me he levantado prontito para ir al monte con mi aita. Caminando, caminando hemos llegado a un hayal. Maravilla de la ciencia. A Lontxo le ha picado la curiosidad y hemos tenido que atravesar la verja para ver si en aquel lugar paradisíaco había perretxikos. Me encantan las hayas, me siento agusto cuando estoy con ellas. A la mayoría de la gente se le olvida que los árboles han vivido mucho más que nosotros... ¡qué sabios son! ¡y cuánta tranquilidad te pueden aportar! Un abracito sincero y el alma del haya se une con el tuyo!
Tras rastrear el hayal hemos seguido nuestro camino, pero la lluvia que caía iba aumentando su intensidad. Hemos mirado para atrás y una niebla espesa se esparcía con tal velocidad que hemos decidido entrar de nuevo en el santuario de las hayas y echar allí otro ratillo, y abandonar el ascenso a Santa Bárbara.
Momentos mágicos y euskaldunes, presenta:

2008-06-05

Dantzari eguna Elorrixon

El gran día, tal como vino se fue. Volando. Sin comentarios. Bailamos y bailamos y no paramos durante todo el día. Oiha y yo nos habíamos juntado prontito para vestirnos los trajes que tanto habían esperado para ser lucidos y, seguido, fuimos al poli para encontrarnos con el resto de los dantzaris que iban a bailar ese día. Tras colocarnos los pañuelos en las cabezas, salimos en pasacalles hacia la plaza. Los txistularis acompañaban nuestro paseo por el pueblo y caldeaban el ambiente euskaldun que ya se respiraba en Elorrio. Al llegar a la plaza nuestro público nos aplaudió y nos animó.

Eskerrik asko a todos los que vinisteis a verme, sobretodo a Malagueta Trance y Chiquillo Mazorco, que cruzaron el cielo de la península con en único objetivo de pasárselo en grande en mi tierra.

Creo que las fotos hablan por sí solas.