GAÑAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAANNNNN!!!!!!!!!! Ese es él.
Merci pour venir jusqu'a moi... j'ai aimè que tu etais là!
La gente me cuenta que vivo en los mundos de Yupi. Yo creo que más bien En La Luna De Mi Mundo. Y, de hecho, me encanta hacerlo: se vive mejor y más a gusto. No se trata de un lugar donde se pueda vivir sino una manera de hacerlo.
¿Te imaginas que ves estos maravillosos y profesionales trajes de aldeanas con alguien dentro? ¡En dos fines de semana debutamos en la plaza de mi pueblo! Estos trajes tomarán vida propia y se rellenarán con dos cuerpos bailarines para homenajear a la danza regional euskalduna. Resulta que se celebra el 40 aniversario de Besaide Dantza Taldea (el grupo de bailes de Elorrio) y de Erdella Mendizale Taldea (el grupo de montañeros), y es por ese motivo que actuaremos y demostraremos a los espectadores que tampoco se aprende tanto en estos meses que llevamos ensayando ¡Pero no hay miedo al ridículo! Vamos a pasarlo como los chichos en su primera actuación.
¡El 31 de Mayo día grande! Baile más comida popular; todo por la diversión y el buen ambiente. ¿Por qué me gustará tanto la fiesta? Esto debe ser genético. ¡Y a reirse! Que se preparen esos andaluces oriundos que se han apuntado a este bombardeo.
El sábado por la mañana estuvimos en San Martín, el pueblo más grande de la comarca, porque se celebraba un concurso-exposición de ganado: vacas culonas y toros. Estábamos entre todo aquel amasijo de aldeanos, kakas de vaca y toro, cuando por los altavoces empezó una canción que hacía años no oía. Lo curioso es que aquella canción la había oído en Andalucía, en un casette que no he vuelto a ver ni escuchar, y que desde que me la enseñaron le tuve un especial cariño por la suavidad de su melodía y porque la relacionaba siempre con la abuela Manuela (me acordé de ti). Y, ahora, no sé cuánto tiempo más tarde, de repente, la vuelvo a escuchar en un ambiente totalmente asturiano, con sus gaitas y su toque celta. La curiosidad fue más fuerte que yo y, en seguida, me acerqué al señor que trapicheaba con la megafonía para enterarme, por fin y de una vez por todas, del nombre de los artistas que la cantan y del título de la nana. Me encantan este tipo de casualidades. Son detalles chiquititos de la vida, que te hacen un poquito más feliz.
Habiendo obtenido buenos resultados de mis pesquisas, nos fuimos los tres a indagar el misterio de la sidra. Botella va, botella viene... ¡y nunca se detiene! Terminamos con unos chicos de Mieres a los que también atraía la degustación del santo vino de manzana. Más bien tarde que temprano, retornamos a Barzana para preparar una jugosa costillada en la brasa. Jose, jefe y rey de la barbacoa, hizo el trabajo principal mientras Mai y yo hacíamos de pinches y jugábamos con Latz.
Llenadas las barrigas hicimos el camino que nos conduciría al minúsculo (aunque algo más grande que Barzana) pueblo de abajo, en donde la gente tiene el privilegio de gozar de dos bares: La Parra, regentado por un portugueis “Zè” charlatán y abispado con el cual estuvimos riéndonos un buen rato, y el Peña Sobia, donde sacan unas patatas al cabrales ¡que se caga la perra!
Gracias a esta salida improvisada y repentina he empezado la semana con mucho ánimo y energía. Bueno, por eso, y porque, una vez más, la luna está creciendo.
Eskerrik asko, Mai ta Jose zuekin eruen izenagaitzik!!!
1. La número 10 de Barzana con sus tres dueños
2. El hórreo de Mai y Jose
3. Adentrándonos en la cultura de los que hacen cultura
4. Mai demostrando a los asturianus cómo hay que romper la sidra
5. La cuadrilla