2008-02-21

Quedada en Madrid

Hace dos fines de semana, el frenchi y yo cogimos el bus dirección Madrid para juntarnos con otros cuatro ex-enzymers. Llegamos el viernes al mediodía y tras ir a una dirección equivocada y tocar el timbre en una casa donde vivía no se sabe quién, dimos con el piso de Carmen y Paolo. Bueno, Carmentxu nos estaba esperando en el semáforo de al lado de su casa con lágrimas en los ojos y los brazos abiertos e incrédulos. ¡Qué bonitos son los reencuentros! Cuando ya llevábamos unas birrillas y risas llegaron Antonio y Pablo y se unieron a la reunión de alegría.

Pasamos el fin de semana de turismo en los Madriles y festejando como se merecía la ocasión. Charlamos sobre lo que juntos habíamos vivido en Sainte Adèle, sobre lo que era de nuestras vidas en los momentos y de tonterías que a todos nos hacían reir.

La verdad es que es fantástico ver a esos amigos con los que se ha compartido tanto y tan lejos. Seis personas de distintas y lejanas procedencias que se conocen en una de las otras puntas del mundo, y viven juntas con tanta intensidad un pedacito de este camino que es nuestra vida, se dicen “adios” y desean, más bien, que sea un “hasta luego”, y tras cierto tiempo se abrazan... No puede ser otra cosa que algo bonito.





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