2008-04-21

Cita médica en casa del Ogro

Hace unos día fui a hacerme el reconocimiento médico para la empresa. Tenía cita a las ocho y yo llegué a menos cuarto. Aún solo estaba la chica de la limpieza pero me dejó pasar y esperar en la salita habilitada para ello. A eso de las ocho y cuarto llegó una médico y la chica de la recepción; ambas cotorreando y poniendo a parir a alguna compañera suya. Entraron, ni me miraron, seguían despotricando... árdua tarea la de despotricar. Mas o menos a las ocho y media la médico me preguntó si estaba allí para el reconocimiento y que de qué empresa venía. Me hizo pasar con ella.

La tipa ni levantó la cabeza para saludarme cuando entré. La segunda pregunta que me lanzó fue la de “¿cuánto tiempo llevas trabajando en esa empresa?”, a lo que respondí amablemente “tres semanas”. Su reacción fue soltar un soplido de asco y vomitar las palabras “¡pff! ¡empezamos bien!”... exactamente eso fue lo que yo pensé. ¿Qué es lo que va mal en la vida de la gente? ¿Pero qué extraña razón es la que hace que la señorita X comience queriendo amargar el día de su paciente? A mí me pasaba por la cabeza el hecho de que por lo menos no estaba enferma. Cuando vas al médico lo que se busca es una voz alentadora y protectora que te diga lo que te ocurre y qué hacer para curarte; pero ante todo, una voz que entienda por lo que estás pasando... ¡que los médicos no pueden tratar a la gente como si fueran una mierda! ¡que deben estar capacitados para hablar y tranquilizar a los enfermos! La señorita X, seguía con su retahíla monótona de preguntas, mientras a mí se me iban las ganas de contestarle con educación. Aún así, intentaba sonreírle. Pero imposible; en ningún momento hizo amago alguno de que quisiera mirarme a los ojos... Llegó a decirme con la misma brusquedad y desgana que por qué no le había dado el papel que llevaba en la mano a su compañera en recepción... ¡en fin! Lo que hay que aguantar... tonta laba de mí no tube su misma proporción de geta para decirle que debería ser más humana, y que dejara de actuar como si fuera una máquina con cortocircuitos.

La verdad es que me pareció su comportamiento tan injusto que todavía hoy me cabreo al pensar en aquel momento. Menos mal, que eso fue el viernes y tenía por delante un fin de semana peleón...

3 comentarios:

Juan José RUEDA CABALLERO dijo...

Yo despues de pasar por estos trances, siempre se me viene a la mente lo mal que lo paso cuando estas en un bar y tu padre o madre le devuelven el plato u otra cosa a los camareros por que algo falla.
Para mi eso se me hace un mundo, pero supongo que la experiencia nos hace saber reclamar nuestros deseos no??
O es al contrario??

Besos EIDERTXU!!

Anónimo dijo...

tó sea eso!!!! hay gente pa tó niña
besos, pepe

Anónimo dijo...

Gogoratzen dozu, gaba baten izan gendun elkarrizketa jende aurrean lan egin behar dabenen gainien?
Ba komentatu gendun kontu bat medikuena zan, hori irakurtzean pentsatu dot egindako galdera bat: mediku ona izan baina desatsegina bada? Ba, aurrekoan esan bezala mediku batek behintzat besteak entzuten jakin behar dau eta bere kezkak edo egun txarrak berak irentsi behar dauz eta ez beste baten gainera botra